El chopo

Se denomina chopo o álamo al conjunto de especies vegetales dentro del género Populus, que cuenta con 35 especies.

En España se consideran autóctonos el chopo temblón (Populus tremula), el álamo (Populus alba) y el chopo propiamente dicho o álamo negro (Populus nigra), aunque se pueden encontrar también especies mejoradas.

La fabricación de envases de madera está basada en el desenrollo del chopo, ya sea para realizar tablillas o para fabricar tablero contrachapado.

En el chopo la parte más valiosa se dedica al desenrollo, pudiendo utilizarse también para el aserrado y la fabricación de celulosa o de tablero aglomerado de partículas.

La importancia del chopo está aumentando en el mundo. La producción europea es de 5 millones de metros cúbicos al año, y la española ha superado los 600.000 metros cúbicos en algunos años de la última quincena.

El chopo

El chopo es uno de los más importantes captadores de CO2.

En 2011 la superficie total de choperas en el mundo se estimaba en 87 millones de hectáreas (78,5 millones en 2007), de las cuales más del 88% de los chopos se hallaban en bosques naturales, 9% en plantaciones y 3% en sistemas agroforestales y árboles fuera de bosques.

A nivel de plantaciones China tiene la superficie más importante con 7,6 millones de hectáreas (España 105.000 hectáreas).

El chopo es uno de los más importantes captadores de CO2 con una media de 11 toneladas por hectárea y año, equivalentes a 165 toneladas de CO2 por hectárea en cada rotación de 15 años.

Gracias a su crecimiento especialmente rápido, el chopo está en condiciones de producir importantes volúmenes de madera en un corto plazo de tiempo. El 60% del árbol se utiliza en la transformación y el 40% restante se destina a le producción energética, de tablero aglomerado, de pasta de papel, etc. La producción y transformación del chopo no genera deshechos.

El ciclo completo del cultivo, la utilización y la transformación de la madera produce grandes beneficios económicos y sociales en poblaciones rurales, creando empleo y contribuyendo al desarrollo socioeconómico de las zonas rurales.

Cambio climático

La madera y los productos de madera procedentes de bosques gestionados de manera sostenible permiten luchar de manera óptima contra los efectos del cambio climático. Al aprovechar los árboles que llegan a la madurez, todo el carbono almacenado queda retenido en los productos fabricados a partir de la madera de estos árboles. Éste ciclo se convierte en un ciclo continuo ya que la industria planta nuevas choperas para sustituir a aquellas que acaban de ser explotadas.

El chopo es una de las especies con un mayor ratio de fotosíntesis, lo que unido a su gran capacidad de crecimiento le confiere una gran capacidad para fijar CO2 haciéndolo ideal para la lucha contra el cambio climático.

Las choperas actúan como sistemas de purificación de los suelos capturando los pesticidas y los abonos utilizados en los cultivos agrícolas limítrofes. Por tanto son plantaciones forestales que interceptan los agentes contaminantes presentes en las aguas de escorrentía superficiales y de la capa freática antes de que lleguen al río.

Por otro lado, las choperas contribuyen a la estabilización de las orillas de los ríos y de sus riberas, reduciendo la erosión y el arrastre del suelo causado por las crecidas excepcionales de los ríos.

En zonas inundables, la chopera es una producción que se acomoda muy bien a las restricciones inherentes a éstos medios, permitiendo una valorización económica de estos espacios de protección.

Protección ambiental

Saber más

Comisión Nacional del Chopo

Comisión Internacional del Chopo de la FAO

Traducir